1. Envuélvelo siempre en una funda cuando vayas a guardarlo. Los bolsos de calidad suelen venir acompañados de una cuando los adquieres, pero si no es así haz una tú misma con tela de algodón blanca.

2. Si vas a tener tu bolso guardado durante mucho tiempo, rellénalo para que no se deforme. Usa papel cebolla, no de revista o periódico, ya que la tinta podría pasarse al interior del bolso.

3. Nunca lo dejes expuesto a la luz solar, ya que sufrirás el riesgo de que se vaya el color. Guárdalo protegido de la luz y la humedad en un lugar seco.

4. No los apiles unos sobre otros. Ordénalos de manera que conserven su forma orgininal, sin doblarlos.

5. Para la limpieza cotidiana de tu bolso prescinde de cualquier producto. Usa un paño de algodón blanco y seco y pásalo por la superficie con cuidado.

6. Si llueve –o algún desconsiderado deja caer un líquido sobre él- solo tienes que secarlo con un paño de algodón blanco. ¡Ni se te ocurra usar el secador!

7. Hablando de líquidos derramados, ten especial cuidado con el alcohol –sea un perfume o bebida- ya que si una gota cae sobre el bolso, lo manchará.

8. En caso de que pierda su suavidad y quieras aplicarle un producto para recuperarla, usa uno específico para la tarea que no contenga siliconas ni petróleo –o derivados-.

9. Es recomendable hidratarlo una o dos veces al año para que el cuero no se estropee. Usa un producto indicado para ello -muchas firmas los comercializan-, aunque algunos recomiendan hacerlo usando la clásica crema Nivea.

10. ¿Llevas los cosméticos en el bolso? Mételos en un neceser, pues así evitarás que se abran por accidente y dañen el interior.

11. Cuidado con el peso, es decir, con las cosas que metes en el bolso. Si va muy cargado y lo llevas en la mano pueden dañarse las asas.

12. No lo toques nunca con las manos sucias o con exceso de cualquier tipo de producto en ellas. Asegúrate de llevarlas siempre limpias para evitar mancharlo.